Los mismos que, ante los acontecimientos de la marcha azul, hablan del turismo (se han puesto las pilas) con tanta alegría, como gran solución, tuvieron en sus manos la oportunidad de haber convertido la zona de Calamocarro, en un lugar sostenible entre ese desarrollo medioambiental, y el marco incomparable del entorno privilegiado.EXCLUSIVO PASO DE CEBRA
Se pudieron hacer muchas cosas. Que cada uno eche a volar la imaginación. Si nuestro proyecto no era factible, alternativas que nunca se nos plantearon como viables. Con la alegría de la maldad, se cargaron los terrenos más idóneos para, precisamente, el turismo. Ya tienen sus inversiones a salvo, fuera de la ciudad.
Así las cosas, ¿quién libera a mi familia de ser el único, exclusivo, paso de cebra de Ceuta de, supuestamente, millones de aves?
LA VERDAD NO ES ABSOLUTA
Que nuestro mar estrecho sea paso de aves, es una verdad indiscutible. Ahora bien, que se circunscriba a una zona puntual de terreno entre dos continentes, una verdad discutible, de discusión infinita. Espacio afectado, por su parte superior y frontal, por la instalación gigantesca de cadenas de molinos de vientos.
Como pedir, habíamos solicitado, legítimamente, buscar la vida, no la concesión, de una exclusiva, tan ventajosa, para el que no la disfrute.
Que se estudie, se investigue, a fondo, el establecimiento de ese corredor de la muerte, y sus circunstancias.
Utilizaron el ayuntamiento, utilizaron Madrid (único caso ocurrido en España de quitar competencias, léase Urbanismo), utilizaron Bruselas. Cuando resulta que en Marbella que, abiertamente, se estaba recalificando lo verde como urbanizable, no fue objeto de tal medida anticonstitucional.
Calamocarro en su recorrido aparece como urbanizable, rústico y…pajarito por aquí, pajarito por allá, de María Jesús y su acordeón.
La máquina madrileña de poderes infinitos se engrasa con aceite virgen extra. Pena grande que tanto esfuerzo, tanta energía derrochada para derrocar, no se hubiera empleado siempre, para el devenir de Ceuta, en lugar de vendettas al puro estilo del país de la bota. Goliat y David. PP y GIL. El PP derrocó, el GIL derrocó. Por allí andaba Espí.
Probablemente, a buen seguro, el gilismo fuera a hacer su agosto en la ciudad, no iban a ser menos en el arte de sacar provecho, tajada. No obstante, originó ilusión. El PP ni eso. El PSOE cambió para peor. Entre unos y otros, Ceuta sin barrer su futuro que sembraron de negro.
LOS IDUS DE MARZO
Desplegaron el amplio abanico del poder. Fueron a por Antonio Sampietro, a por Jesús Gil, dado que habían manifestado públicamente el propósito de hacer un desarrollo turístico de la zona. La reacción pronta fue la de sacar de la chistera un conejo. Es decir, no sabiendo cómo cargarse la idea para Ceuta (cantan ahora lo del turismo), se buscaron lo de la Zepa, cuando nadie en la ciudad, había escuchado hablar de tal normativa, propia de pájaros.
De Calamocarro a Benzú. Con posterioridad caen en la cuenta de unos votos sueltos, y Benzú, en base a la tesis de un núcleo poblacional, es descatalogada por el morro de barriada. Vaya políticos y la utilización de los mecanismos oficiales para hacer sus batallas, arruinando al particular.
Cosa cierta, penosa, y de mirar con atención, es que Jesús Gil murió “electrocutado” por su desembarco en Ceuta, tal y como le vaticinaron. A modo del asesinato de Julio César, y los idus de marzo. Cosa curiosa es que al alcalde gilista Antonio Sampietro, se le hace una operación con otra tránsfuga. Segundo caso que pasa de rositas sin el ejercicio a fondo de voluntad de la justicia, que entró menos en el fondo de la investigación, que un submarino de juguete.
A Jesús Gil, le había pasado de todo en sus historias. Fue venir a Ceuta, y alea jacta est.