Septiembre negro en Ceuta

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Por Tato Ferrer

 EL PAIS Varios inmigrantes descansan tras ser detenidos a su llegada a Ceuta. / EFE

Si el periodista puede apoyarse en los nombres de los meses del año, dado que la noticia sobre la que va opinar, así lo permite, tant mieux.

 El titular viene rodado, en plan Tráfico. Un saludo, para Arroyo, allá donde vea las estrellas. Gran persona, tuvo siempre mi afecto.

 Septiembre, para nuestra ciudad, ha sido dibujada, por los pintores del destino con dos colores: el blanco y el negro.

                                            Blanco

 Porque toda inauguración abre expectativas a la creación de nuevos puestos de trabajos para los ceutíes, necesitados de un futuro distinto al negro que llama a sus casas, con voz de desolación.

 En Ceuta, la diferencia de clase social, es abismal. Familias que acumulan en sus hogares, varios sueldazos de miles de euros, mientras, otras muchas, no tienen apenas para subsistir.

 La necesidad es mucha y golpea, para variar, a los más débiles de la población, cuyo plus de residencia, fiscalidad al 50%, y demás ventajas territoriales, de aquellos que las disfrutan, es desconocida para esa parte de los habitantes de la ciudad, que sufre.

Dicho está, pero repetiré e insistiré: toda actividad que genere puestos de trabajo para los ceutíes, se llame Decathlon, o la anunciada Mercadona, obligan, me hace quitarme el sombrero, descubrirme, en un afrancesado, chapeau. Recurro de nuevo a la langue française. Ojalá que les vaya bonito, en un típico mexicano.

 Si al componente comercial, le sumamos, el cultural-económico, de la universidad, apaga y vámonos, en argot de Gabitec.

 Si el gobierno central, que anda descentrado, desarrollara una política activa de inversión ya, moviendo en Ceuta, el parado sector de la construcción y obras, pues, yo llegaría a pensar que las cosas para nuestra tierra, iban a cambiar. Supuestamente, palabra de moda.

 Hasta llegaría a mentirme, haciendo honor y gala al nombre del blog, con engaños propios, sobre que, hasta la libertad de expresión, iba a ser rescatada, de su hundimiento en el mar de Ceuta, como se acaba de hacer con el trasatlántico italiano.

 En Ceuta, contrasta, sin embargo, el respeto máximo dispensado con otro tipo de libertades. Liberales con la condición sexual. Se puede estar en el ayuntamiento, delegación del Gobierno.

 La libertad, referida a la crítica y control de la gestión, pues,  como que no mola demasiado, la presencia del profesional de la información, independiente. Dependiente de comer. Vida de asco en un pueblo sin conciencia social. Sin posibilidad de dar la patada al pueblo que exprimen. Aún no es tiempo.

 El gobierno central, que anda descentrado, no debe regatear esfuerzos a la hora de primar inversiones que, a corto, medio, y largo plazo, asienten una infraestructura productiva que, al tiempo, de ofrecer los necesitados puestos de trabajo, cortaran el éxodo de las familias de origen español.

 Mal asunto la galopante pérdida de esencia y presencia de lo español. No basta con que el alcalde Vivas nos sorprenda con eso de que: “Ceuta no es una colonia“.

 Claro que, tal vez, su mensaje de humo, así me gusta, estuviera dirigido, en lugar de Gibraltar, hacia el mensajero, no precisamente de San Antonio de Padua, 13 de junio, al que le pusimos la tele-dirigida, que pagamos a precio de listilla, con crisis incluida, en lugar de ipsi, para que sembrara semillas de odio en tierra todavía española.

 Dice el alcalde Vivas lo que dice.

 ¡Con razón me cuesta oler bien a Ceuta! Por más que me esfuerce en ello.

                                             Negro

 He alcanzado un acuerdo de mínimos con mis pulgas. Lo haré público: mientras me quede sangre, podrán chupar. Ahora bien, tienen que desempeñar una función para su anfitrión. Deben de asumir la tarea de localizarme un satélite de ocasión, barato, para establecer enlaces con opiniones ya expresadas por este “perro con pulgas”, en cada ocasión que se me permitió.

 Las entradas a Ceuta: por vallas, por mar, en vehículos. En un futuro cercano, por aire. Serán arrojados en paracaídas, desde transporte aéreo. El tráfico de hachís, utilizaba en las costas marroquíes de Alkazar Seghir, avionetas. Por Benzú Beach, apareció una de escala, de manejo familiar, por control remoto. Los helicópteros que salen desde Ceuta, pero que parece que no terminan de remontar el vuelo, podrían encontrar un suplemento.

 Por valla, mar, y aire. También excavando bajo tierra un túnel, vía utilizada en fuga de cárceles, ataques de conquistas, y guerras.

 El tema principal que desarrollé bajo el titular de: ”  El año en el que los negros salvaron a Ceuta”, pueden leerlo, caso de no terminar de coger el sueño, enlazando  aquí.

                      El problema no son las mafias

                      Las  mafias no son el problema

 Al tiempo que hemos, perdón, han configurado, los vividores de la política, una democracia con pedigrí de aparente, nos han colado, como de rondón, de contrabando, unas leyes que debilitan el auténtico sentido del sistema sobrecargado de leyes hipócritas, logrando y consiguiendo, rechazos, de gran parte de la población española.

 Una democracia no es sinónimo, no debería de serlo, de redacción y aplicación de leyes que, al socaire de los derechos humanos, y otros considerados, perturben, la normal convivencia y tolerancia de sus ciudadanos.

 Es sencillo: las mafias explotan la picaresca que le han otorgado unas leyes que se pierden en su aplicación.

 Nunca vinieron los negros para quedarse en Ceuta. Pisar suelo español, europeo, única pretensión. Saben que algunos son devueltos a sus países de origen, si se logra identificar.  Pero, otros muchos, quedan en España.

 En mi artículo me expreso con claridad. Si hay que volver a un mundo sin fronteras, me apunto. Sueños, quimeras, de un idealista. La realidad es la que hay. Cada país desarrollado debe aceptar que se tiene un compromiso de gestionar políticas de cooperación, con los deprimidos, velando con el dato de que ese dinero de apoyo, no sirva para el enriquecimiento de los gobiernos corruptos.

 Ahora bien, España ahora está saturada de problemas propios y ajenos. Su número de parados. Mala gestión de fondos públicos. Robos, atracos, saqueos, por parte de los que tienen capacidad de aprovechamiento. Reducción de las ayudas en los Servicios Sociales. Seguridad Social disparada en el gasto.

 Un largo etcétera, que obligan a mandar mensajes claros a las mafias, de que a nuestro país, se viene, de forma y manera legal, o la devolución, se hará ipso facto. Lo contrario, es fomentar el racismo, no deseado. Provocado por nuestras propias políticas.

 España fue país de emigración, con principal destino, Alemania. España, de nuevo, está buscando la vida, fuera. Buscamos trabajos. Siempre…desde la legalidad.

                                          La invasión

La especie de que el loco de Tato, desde su puesto de director de “El Faro”, pretendía, con su presión mediática, hacer que las autoridades locales se vieran en la obligación de hacer algo sobre la total ausencia de medidas de control, en los 8 kms de perímetro fronterizo, como detallo en el artículo al que les he remitido, haciendo que se pudiera producir filtros respecto al contrabando salvaje, fue el leiv motiv, utilizado para orquestar la operación de acoso y derribo.

 Así, pues, de no haber sido por el color negro, un color que sólo utiliza Ceuta, como trampolín, hoy, probablemente, no quedaría ya nada por vigilar.

 La verdadera invasión, contó con la generosidad de unas autoridades indecentes, y de un grupito de caballeros generosos.

¿Generosidad altruista? ¿Contrabando salvaje?

 Septiembre, en Ceuta, lo comenté en anterior artículo, ha estado fuerte. Todavía puede colear alguna novedad más. Los disparos, como que no me dicen gran cosa, en línea con el visitante de Interior. Vuelta al cole.

 ¿Ustedes copiaron alguna vez? ¿Les soplo al oído la respuesta correcta?

 Me apetece un montón. Por fa.

 Favor el que tienen que hacernos los componentes del Servicio de Inteligencia español. Nuestros espías.

 El de despertar, de una vez. Al fallo de no saber nada acerca de, los movimientos e intenciones marroquíes, sobre Perejil, unamos las avalanchas masivas, sobre las que no alertan, no dan aviso, a los Cuerpos de Seguridad del estado: guardias civiles, y policías nacionales. 

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Tato Ferrer
Antonio L. Ferrer Peña (Tato).- Nací en Ceuta, en tiempos del franquismo, en el año 51, un 16 de diciembre (sagitario). En el 82, con el expolio del diario “El Faro de Ceuta”, a mi querido padre Joaquín, fui condenado a la depresión, en época de la aparente democracia. He sido director de los periódicos: “El Faro de Ceuta”, “La Voz de Córdoba”, y “La Gaceta de Málaga/Torremolinos/Benalmádena”. Ex director gerente del video comunitario, “Canal 3”, antesala por cable de la actual televisión local por ondas. Ex director gerente de la Cadena Sol 7, televisiones locales de Torremolinos y Benalmádena. Acusado con 40 desacatos, figura penal desaparecida ya en nuestro ordenamiento jurídico. Detenido e ingresado, de forma ilegal, en la prisión de “Los Rosales” de Ceuta, en el 82, en la democracia aparente. Con el patrimonio familiar expoliado, de diversas formas. En una ciudad en la que un sólo medio escrito de comunicación, o lo que sea, aspira recibir subvención de 3 millones de euros, mi situación profesional es de “perro con pulgas”. Primer ceutí licenciado en Ciencias de la Información, Rama de Periodismo, por la Universidad Complutense de Madrid. Primer periodista español más joven que ha dirigido varios rotativos. Con estudios de Derecho realizados en la citada universidad. Tres cursos en la Sorbona, de París. Primer español-periodista pionero de los videos comunitarios en Marruecos, con permisos legales. Colaborador de: “El Pueblo de Ceuta”, donde escribí la sección “año 55”, y he sacado a la luz pública, artículos de opinión; “La Tribuna de Marbella”; “El Periódico de Ceuta”. En mi etapa al frente de “El Faro” fui, en diversas ocasiones, noticia a nivel nacional, e internacional. Con protección policial, agresiones físicas, y amenazas de todo tipo en mi haber periodístico, en la cándida e ingenua búsqueda de una democracia que todavía estoy por llegar a conocer. Será un placer Con estudios sobre la confección de periódicos realizados con profesionales en la materia de Madrid, Sevilla, y Barcelona.

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